sábado, 21 de septiembre de 2013

Pichilemu hace 100 años


Adjuntamos una secuencia de fotografías del balneario de Pichilemu de la colección personal de José Arraño Acevedo, realizado por su hijo José Arraño Lizana. Este breve video fue mostrado en la sala del Ex-casino con motivo del lanzamiento de la Revista Centenario, proyecto ganador del Fondart 2009 en el área de Conservación y Difusión del Patrimonio Cultural Regional. Distinguiremos como la aristocracia local y Colchagüina habita y hace suyo este espacio, un rincón de glamor y refinamiento frente al rudo paisaje campesino de la región en las primeras décadas del 1900. Reconocemos fotografías del Balneario, el Casino antiguo y los Jardines del Parque Ross, el Convento de los Mercedarios en Punta de Lobos, la Estación de Ferrocarriles... todas ellas magnificas edificaciones que otorgan hoy en día identidad a este poblado y destino turístico obligado para los habitantes de la sexta región.

martes, 17 de septiembre de 2013

Desde mi esquina. 250 años de la fundación de San Fernando



Roberto Soto Aliaga, San Fernando, 1992.
Prensa Offset.
138 páginas.



A 250 años de la fundación de la ciudad en 1992, Roberto Soto A. escribe su primera obra relativa sobre San Fernando, desde la esquina de su casa, es decir, de su mirada particular como hijo de este lugar. De una recopilación exhaustiva de todo tipo de archivo logra producir una obra que recoge gran parte del conocimiento histórico de las calles que componen la urbe.  
Debemos recordar que la ciudad dieciochesca como proyecto de la ilustración buscaba ordenar la sociedad otorgándole una organización racional para lograr así una mejor distribución, administración y vigilancia. En tal sentido en San Fernando se adopta un trazado geométrico y simétrico (el plano de damero), donde el centro está representado por la plaza central y a su alrededor se emplazan los edificios del poder (Cabildo, Gobernación, Liceo). A lo largo de la cuadratura se distribuye las casas solariegas, habitaciones de fachada continua, ranchos y conventillos. Cuanto más cerca del centro, más prominente el vecino; desde luego, en los espacios intermedios y la periferia se instalaba el estrato medio y popular.
Estas calles reciben su nombre a partir de ciertos hechos significativos asociada a su historia, por alguna familia importante que la habitó o decisiones administrativas para conmemorar algún héroe o batalla de la independencia nacional. Es a mediados del siglo XIX, no obstante, cuando el Intendente de Colchagua Alejandro Vial coloca la designación a la mayor parte de las calles, muchas de las cuales se mantienen en la actualidad. 
Esta es la historia que nos quiere contar el autor, partiendo con una contextualización con la fundación de la ciudad de San Fernando en 1742. Luego de ello, nos habla de cada de las calles más prominentes que estructuran la ciudad, señalando sus características físicas y sociales, y la historia del personaje o acontecimiento que nombra la calle. La selección de estos nombres buscaba rememorar héroes, ciudadanos insignes y también batallas de la época de la independencia. Las avenidas recuerdan grandes héroes de Chile como Bernardo O’Higgins y Manuel Rodríguez. Entre más importante, central y antigua la calle, más importante el personaje. Así las Avenidas llevan los nombres de sus hijos más ilustres.
Citemos algunos ejemplos. La avenida “Argomedo”, antigua calle “San Carlos”, recibe, este último nombre de una batalla entre Antonio Pareja y José Miguel Carrera el 15 de mayo de 1813 en la zona de San Carlos. Posteriormente se reemplaza este nombre por el del insigne ciudadano sanfernandino: José Gregorio Argomedo, secretario de la primera junta de Gobierno en 1810 e incasable trabajador del progreso local. Se narra en esta sección los edificios principales que la componen, la población que la habita y uno que otro dato curioso. Termina su exposición con una breve biografía de Argomedo. Otra avenida importantísima es “Manso de Velazco”, también llamada en el siglo XIX “Alameda de las Delicias” o “Campo de Marte”.  Tuvo originalmente el nombre de “Junín” en honor a la batalla donde Simón Bolívar derrotó a las fuerzas realistas y logró consolidar la independencia Americana. En 1861 se cambia el nombre para recordar al gobernador José Antonio Manso de Velazco que fundó la ciudad en 1742. Como en otras instancias, luego de explicado esto, realiza el autor una biografía del Gobernador.
Expuesta estas historias, el autor da cuenta de las tentativas por cambiar el nombre de algunas de las calles por otras designaciones que puedan resultar más significativas, y de paso también sugerir la construcción de monumentos para aquellos que de una manera u otra contribuyeron a mejorar la ciudad. Por nombrar algunos: cambiar el nombre de la calle Valdivia, por el de Alberto Valenzuela Llanos, pintor de fama mundial; Yerbas Buenas, por el de Olegario Lazo Baeza, militar ilustre y notable escritor; o la calle de Talcahuano por la de Neandro Schilling Campos, gran educador y benefactor público, etc.
         Para finalizar, sólo decir que el nombre de una calle es un ejercicio de memoria histórica. Hoy, para el ciudadano promedio, puede constituir simplemente un hito referencial (y ese es su objeto), pero a la vez las autoridades y los ciudadanos creyeron que era necesario para conocer y valorar quienes dieron origen a la ciudad, comuna o barrio que se habita. La historia dice que los nombres de las calles no son estáticos, estas cambian según decisiones de las autoridades y los vecinos. Y sobre este tópico es necesario un debate ciudadano que permita identificar quienes o que elementos le dan identidad a una ciudad.


Cristian Urzúa Aburto

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Codegua: La historia es nuestra



Investigación histórica: Nidia Paredes
Duración: 38 minutos
Guión: Colectivo
Relato: Nidia Paredes, Francisco Allendes
Cámara: Héctor Sancho, Marcos Merino, Pepe Burgos
Edición y montaje: Pepe Burgos
Año: Febrero, 2012, Sexta Región.

  
El conocimiento histórico es necesario para la concientización del papel de los ciudadanos en la historia y la proyección de las acciones colectivas en el porvenir. 
Una historia se encuentra viva mientras las personas, individual o colectivamente, ejerciten el recuerdo y la reflexión sobre el pasado. Esa memoria puede ser clara, difusa o derechamente inexistente. Un dato esperanzador: mientras existan huellas –lo que los historiadores llamamos fuentes– y personas dispuestas a compilar y procesar esa memoria, es posible recrear el pasado.
Esto es lo que realiza un grupo de pobladores y profesionales de la Sexta Región con la creación de un documental sobre las tomas de terreno en la comuna de Codegua. Como es costumbre este blog rescata, realza y difunde el valor documental de esta material mediante la presentación de investigadores anónimos que tienen poca cobertura en los canales de saber oficial.   
En los primeros minutos se contextualiza el periodo en la decada del '60. La emigración del norte y la pobreza local, sumado a la expulsión de inquilinos crea un excedente de mano de obra en las localidades de Rancagua, Graneros y Codegua, quienes quedan a la deriva, sin tierras que habitar ni trabajar. Dada esa situación los campesinos se organizaron y se tomaron un terreno dando origen a la primero población de Codegua. Esto generó una serie de conflictos, principalmente con los terratenientes propietarios de dichas tierras. Con el tiempo el movimiento alcanzó una legitimidad con el apoyo de los mineros de Sewell y la asistencia del Partido Comunista. Según se explica, la reacción del gobierno fue de total incompetencia ya que éste no dió soluciones concretas sino que erradicó a los pobladores con el uso de la violencia.
            Como testimonio histórico son valiosas las entrevistas a los ancianos de Codegua, protagonista de esa historia, quienes con desenvoltura nos hablan de su vida como campesinos, de su expulsión del fundo, de la organización, la toma de tierras y la formación de la población en Codegua. Cada uno, desde lo que le tocó vivir, como dirigentes, voceros, o simples testigos, nos brinda datos relevantes de su experiencia en la toma.  
        El documental se acompaña de un interesante conjunto de videos cortos, algunos de procedencia inédita sobre lo acontecido. Para la investigación histórica se utilizó la prensa para caracterizar las coyunturas más álgidas de la toma. A la secuencias de videos  se escucha “La toma” de Víctor Jara, canción muy apropiada para el contexto.
           En fin, tenemos un documental bien realizado, que explica todo el proceso de las tomas en Codegua y que constituye una excelente fuente para conocer uno de los procesos más importantes en la historia de la sexta región que es la Reforma Agraria. 

Dejamos el link: 
http://vimeo.com/58756073 

martes, 10 de septiembre de 2013

Vistas del mineral “El Teniente” Braden Copper Co.



Julio E. Maldonado y Luis Serrano R., Editores.
Santiago de Chile: Imp. La ilustración, 1912.

Presentamos a continuación un álbum con fotografías en blanco y negro que retrata a la Mina el Teniente en la antigua región de Colchagua en 1912. Se capturan instalaciones como la planta industrial, el ferrocarril y habitaciones de empleados; la geografía que circunda el lugar, compuesta por quebradas y montañas, en un ambiente adverso, muchas veces cubierto de nieve; aparecen allí circunstancialmente los obreros y empleados de la mina. Es este el registro fotográfico más antiguo sobre la mina El Teniente y el poblado de Sewell a pocos años de su puesta en marcha en 1908.



Hitos de la identidad peumina. Encuentros y desencuentros entre la tradición y modernidad en un contexto global


Construyendo Nuestra Interculturalidad. No 6/7. Año 7. Vol. 6:1-15, 2011.
Jorge Bravo Cuervo.

La identidad se articula en el “habitar” un espacio en sociedad, y es entonces cuando se construye una comunidad en la vida cotidiana, a partir de sus costumbres y tradiciones que van configurando en el paso del tiempo la identidad local. Es esta historia común, desde luego,  la gran vertiente de identidad de Peumo y es por eso que el autor se sumerge en los orígenes y el devenir de la localidad, para encontrar allí las claves interpretaciones del presente. Este es el trabajo que nos entrega el Sociólogo Jorge Bravo en el siguiente artículo: