viernes, 5 de enero de 2018

Un Ramal de la Memoria Colchagüina: 92 años del ferrocarril San Fernando a Pichilemu

Por Juan Cornejo Acuña y Juan Cornejo Torrealba

La historia del ferrocarril a Pichilemu, estuvo enmarcada bajo diferentes ideas tanto políticas, económicas como también culturales y sociales. Sin embargo, es menester reconocer la importancia que generó entre las diversas localidades que se vieron modificadas por el paso de dicha vía férrea.

Un 3 de noviembre de 1862 se inauguró la extensión ferroviaria hasta la ciudad de San Fernando. Fue aquí donde algunos hacendados dedujeron los beneficios que podría traer a sus cultivos la construcción de una vía de orden secundaria hacia el interior de la actual capital de la provincia de Colchagua. Esto vería la luz recién el 15 de Enero de 1870, luego de los diversos, incluso, acalorados debates que se llevaron a cabo en el Parlamento chileno (de mayor medida en la Cámara de Diputados que en el Senado). Fue así como entre 1870 y 1872, y con mucho esfuerzo, se concretó el arribo de la primera parte del tren costero: San Fernando a Nancagua, culminando un 25 de mayo de 1873 la fase faltante: Nancagua a Los Cruceros de La Palmilla. De esta manera los cultivos que se plantaban iban a tener una evacuación más rápida de la que tuvieron en la etapa previa al ferrocarril, tomando en cuenta que el camino público estaba en deplorables condiciones en verano quedando casi completamente fuera de servicio en invierno por las lluvias.

En esta fase corresponde destacar el gran trabajo del Ingeniero Pedro José Vivanco, padre del que trabajaría en la construcción de las siguientes extensiones del mismo ferrocarril, debido al esfuerzo en concretar la finalización de dicho ramal como también por desembolsar parte de su dinero personal, el cual posteriormente fue restituido, para dejar operativo el nuevo trazado. Cabe destacar, que los dineros para la realización de dicho proyecto fue a través de dineros, estatales y privados.

Para comprender las razones de las extensiones hacia el balneario de Pichilemu, existieron variables económicas más que sociales en la edificación de dicha vía férrea. En este caso se puede ejemplificar que los estudios simplemente mencionaban la baja trascendencia, contrastado con otros ferrocarriles, que podría aportar a la realidad del país. Por lo tanto, había que reducir sus costos de construcción, a menos que se construyera a futuro un puerto en la costera zona de Colchagua.

Fig. 1: Locomotora 607 en estación San Fernando, foto: Juan Cornejo Torrealba, año 2007. 

Gracias a las políticas que se implementaron en materia de obras públicas como también de conectividad y aumento de la productividad, de la naciente Empresa de los Ferrocarriles del Estado de Chile fundada el 4 de Enero de 1884, con los dineros obtenidos del salitre se masificó la construcción y extensión de diferentes vías ferrocarrileras. Dentro de ellas se reactivó la idea del tren de La Palmilla a Pichilemu. Éste se construyó en fases, siendo la primera La Palmilla a Alcones (1893); Alcones a Pichilemu - la cual fue dividida en Alcones a Cardonal (1901 -1910 apróx); Cardonal a El Árbol (1901-1909 apróx); Túnel de El Árbol (1901 – 1906). En el caso de la sección Túnel El Árbol a Pichilemu también fue segregada: (El Lingue a El Puesto (1910 – 1916) y Larraín Alcalde (1919 -1925).

Es interesante adentrarse en esta etapa porque los dineros fueron, como se dijo anteriormente, netamente de origen estatal lo cual deduce una expropiación de los terreno, previo estudio del Ingeniero Domingo Santa María, por donde fue ubicada tanto la vía férrea como los recintos estaciones. Cabe mencionar, que la etapa entre Palmilla y Alcones fue la menos conflictiva, teniendo solo la instalación de 4 puentes que cruzan, hasta hoy en día, los diferentes esteros que se encuentran camino a la costa Colchaguina,

El mayor dolor de cabeza se obtuvo entre Alcones y Pichilemu, debido a lo accidentado del terreno por encontrarse en mitad de la Cordillera de la Costa, incluso, hubo que modificar el proyecto original de Santa María, algunos mencionan por el Incendio del Congreso Nacional de 1895 donde se encontraba el formato del trazado lo cual no corresponde debido a que los Ingenieros Ascencio Astorquiza y Alejandro Guzmán generaron una reducción en kilometraje y presupuesto que benefició a la construcción de dicha vía férrea.

A pesar de los cambios, la historia de esta línea del tren estaba condenada prácticamente a no ser concluida porque los diferentes obstáculos hallados: desde los derrumbes en los túneles, rescisión de contratos a Ingenieros por demoras o problemas en la instalación del material ferroviario y por la no construcción de la principal razón de la prosecución del tren a Pichilemu: El puerto, ocasionaron un retraso de casi 26 años transformándose en uno de los ferrocarriles que más tiempo tomó en ejecutarse en Chile (alrededor de 57 años).

Fig. 2: Túnel de El Árbol, luego del incendio en el verano de 2017, foto Juan Cornejo Acuña, año 2017. 

Las obras más importantes se pueden encontrar bajo la anterior sección, hasta el día de hoy unas más deterioradas que otras, el Túnel de La Viña, el puente San Miguel, El Túnel El Árbol (de 1950 mts y que en su tiempo fue el más largo de Chile, además de ser Monumento Nacional), El Túnel El Quillay, El paso inferior Las Mulas, El paso inferior Blanco o El Sauce, El paso Inferior Tres Ojos y el Puente de Fierro.

De la llegada a Pichilemu existen dos versiones: la publicada en el diario El Mercurio y la otra por una pasajera la Sra, María Inés Córdova Lange. Ambas convergen en el entusiasmo existente y en lo repleto que iba el viaje inaugural, cuya partida se inició en una breve ceremonia en la ciudad de San Fernando a las 5 de la mañana del día martes 5 de Enero de 1926 y que se detuvo en todas las estaciones del trayecto siendo adornada la locomotora tipo 57 n°517 en Alcones y Larraín Alcalde para arribar cerca de las 10 de la mañana al balneario colchagüino.

El viaje antes aludido fue gratuito y  estuvo en su máxima capacidad de pasajeros, pero un dato desconocido fue que el servicio regular entre San Fernando a Pichilemu recién quedó activo para su uso público el miércoles 06 de Enero de 1926.Con esto, se deduce que el mencionado ferrocarril tuvo su punta rieles en la estación de Larraín Alcalde hasta el 05 de Enero de 1926 .
De toda la historia del ramal ferrocarrilero de San Fernando a Pichilemu han pasado 92 años, de los cuales solamente se aprovecharon alrededor de 60 años y que, incluso, se reactivó de manera turística con el Tren del Vino, cada persona que tuvo la oportunidad de viajar, por distintas razones, dejaron en su memoria un sinnúmeros de recuerdos que atesora el placer y la nostalgia de una vía secundaria que, para las generaciones futuras, ya no existe pero que en más de una conversación surgen las ideas de cómo se trasladaron en tren desde el campo hacia la playa de la antigua provincia de Colchagua.

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