viernes, 31 de enero de 2014

Callejones, historias de mi pueblo.

 

Autor: Imagia Televisión
Año: 2013.
Duración: 26:17 minutos. 

Este breve documental muestra la historia del sector de Callejones a partir del relato de sus habitantes. Ubicada en la comuna de San Vicente de Tagua-Tagua se compone principalmente de pequeños propietarios, agricultores y temporeros. Observaremos datos relevantes de la comuna y sus instituciones principales (escuela y capilla), sus tradiciones y anécdotas; nos cuentan por ejemplo curiosas historias sobre el origen de su nombre. Hacen notar sus habitantes la desaparición del espíritu comunitario, pero destacan la tranquilidad y bondad de su gente. 

miércoles, 22 de enero de 2014

Carta de un Soldado del Batallón Colchagua a su Esposa.



A días de decretarse el fallo de La Haya por el litigio marítimo entre Chile y Perú, quisiera revelar la dimensión humana de aquella lejana pero siempre presente conflagración. Lejos de los conflictos de poder entre naciones, la totalidad de las operaciones en terreno recayó sobre humildes hombres que por convicción o coacción combatieron en el mar, el desierto o la sierra. Resuelta la guerra, allí quedaron algunos, sepultados en la soledad del desierto; otros volvieron, pero no fueron ya los mismos de antes, ora por las heridas de la guerra, ora por las heridas del espíritu. Como escribe nuestro soldado: “Ahora soy completamente otro, mi carácter se ha cambiado por completo y no van a conocerme, que hasta mis facciones son distintas, ni mis ideas son como las tenía”. La carta adjunta, remitida por el soldado Bernardino Avila a su esposa María R. de Avila desde Lima a San Fernando, nos habla de la experiencia desgarradora de la guerra y nos recuerda también, que detrás de esos anónimos hombres existe una familia esperando llena de privaciones económicas el regreso de su hijo, esposo o padre.



Lima 22 de Octubre de 1881
Señora María R. de Avila
San Fernando

“Idolatrada Esposa:

Son en mi poder tus dos últimas cartas de fecha 19 del pasado y 2 del presente; En la primera de las dos me dices que tu salud se encuentra perfectamente como igualmente la de mis hijitas y la de mi pobre vieja. No me detendré a hacerme más extensivo sobre la primera carta; pero no podré menos que objetarte que en ella todavía guardabas un poco de resentimiento con tu negro que jamás te olvidará.

Me concreto ahora a contestarte negra mía, tu última en la que me dices que recibiste los dos pesos que te incluí en mi última de lo que me he alegrado mucho, pues los mandé con desconfianza; pero Dios ha querido que llegue a tu poder.

Me conmovió profundamente los buenos recuerdos y los ruegos que mis tiernas hijas hacen de mí y les vuelvo a mandar un beso y un abrazo y que rueguen siempre por su papá.

Altamente me congratulo esposa mía que cesen nuestras discordias domésticas y ojalá que siempre; como lo espero desde la fecha; no tengamos motivos de disgusto, pues yo por mi parte no creo te daré motivos para ello.

Yo, como tú chinita, también tengo vivos deseos de verte para hacerte un mundo de caricias y a mis hijas para darle uno y mil besos. Y a la vieja no me atrevo a verla por lo que dice que me va a tirar las orejas, y temo que me las corte. Sin embargo creo que no lo hará pues no será tanto lo que me hará si le doy un abrazo antes que le de las orejas.

El Batallón nuestro, como ya lo sabrás, lo han hecho de Línea quedando por supuesto, los que han querido con contrata por 1 y 5 años. Como tú puedes comprender yo no he querido quedarme a pesar de las ofertas que me han hecho y espero en Dios que no me deje un momento mi energía para resistir y espero que tú y todas me ayuden a rogar a Dios que no me quede más de militar; bastante esposa y negra mía he sufrido y te he hecho sufrir a ti, a mis dos hijas y a mi madre. Quiero yo estar a tu lado en fin, al lado de mi familia para poder servirles mejor, pues siendo militar tendrás que sujetarte a la miserable mesada que no te alcanza para darle pan a mis hijas. Pero confiemos en Dios que él nos ayudará.

No sabemos todavía cuando nos mandarán a Chile a todos los que no han querido engancharse, pues le llegó a nuestro Coronel un decreto del Supremo Gobierno que le dice que todo individuo que no se quede voluntariamente en el cuerpo, los mande en el primer transporte que salga a Valparaíso, este ha sido el motivo porque no te he escrito con más paciencia, creyendo haber marchado a principio del presente, pero ahora no puedo decir cuando nos vamos, pero quizá no pase del mes entrante, esto no impide que apenas llegue la presente, me contestes en el acto. Ruega pues que mi ida sea pronto, tal como yo deseo.
No te mando nada porque no nos han dado un centavo de suple, y se dice que no nos dan porque esperan nuestra partida para darnos algo sobre lo que tenemos ganado. Paciencia mi chinita y confiemos en Dios, que él regulará todo según su divina voluntad.

Querida:

Paréceme que no llega el día ya, en que llegue a ver a tí, a mis dos hijas y a mi pobre viejecita, aún más no veo las horas en que pueda ver a la Teresita, no sabes cuando deseo verme pronto por allá para contarles a todos ustedes lo que he pasado en la vida que llevo de militar. Ahora soy completamente otro, mi carácter se ha cambiado por completo y no van a conocerme, que hasta mis facciones son distintas, ni mis ideas son como las tenía. El corazón del hombre al ser militar se pone viejo y distinto, en lo único que no he cambiado es que soy bullicioso como siempre y dispuesto a la […]. Yo les contaré cuando llegue –con un buen cántaro de baya al lado y una buena cazuela– las peripecias de un soldado; en fin, me parece que pocos se me van a hacer los días para contarles todo lo que me ha pasado, en fin, pronto quizá llegue ese día.

Dándote besos y abrazos a ti chinita mía, se despide tu esposo, que de corazón espera estar a tu lado.

Bernardino Avila

PD: Muchas caricias a mis chicas, un abrazo a mi viejecita y finas expresiones a tu familia.

No dejes de contestar de ninguna manera.”

Carta extraída de la página web: www.laguerradelpacifico.cl

domingo, 19 de enero de 2014

Guía de recorrido de seres y zonas mágico míticas de la región de O’Higgins.



Fernando Vásquez Gonzaléz
Alejandra Gatica Pagella
Paulo Salinas Morales.

Proyecto Financiado por Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.
San Fernando, 2013, 110 páginas.


Este reciente trabajo se funda en una nueva percepción del entorno geográfico a partir de las representaciones que los habitantes realizan de su localidad. Esta obra busca crear una cartografía a partir de aquello que no está explicito en la geografía natural sino en la cultura de un pueblo, trasmitida a partir de la tradición oral y escrita. Una parte de estas percepciones colectivas identifica los seres y zonas mágico míticas de la región, criaturas que deambulan por los cerros, bosques o lagunas, preferentemente de noche, acechando –según  se cree– a sus próximas víctimas. Estos lugares y seres resultan ser muy reales para la gente provocando un impacto en la vida cotidiana creando un sentimiento de misterio y temor.

Para llevar a cabo esta investigación se utilizaron dos tipos de fuentes: textuales y orales. Es posible apreciar un trabajo de compendio de la memoria realizando entrevistas a los lugareños y una consulta de fuentes bibliográficas y documentales. Posee además numerosas ilustraciones realizadas por Raquel Tamargo Vega y algunas fotografías que grafican bien lo descrito y hacen grata la lectura.

Una primera parte de este trabajo habla de los personajes más citados en los relatos recopilados como los brujos, los duendes y el diablo, entre otros, y la interrelación de éstos con la sociedad local. Algo notable de la obra es que se integran criaturas internacionales como el chupacabras, el basilisco y la llorona. Se habla también de los lugares donde suelen aparecer como cavernas, montañas, bosques y lagos. En la segunda parte, que constituye el grueso de la obra, se presenta una descripción de estos seres y zonas por cada comuna de la región, adjuntando un mapa que representa lo descrito a partir de una simbología.

Para caracterizar lo dicho analicemos unas de las comunas descritas. En la comuna de Navidad, ubicada el noreste de la Provincia de Cardenal Caro, en la zona costera –por lo demás, lugar fecundo de estas historias–, se describe un conjunto de seres míticos. Destaca la aparición del Culebrón de Topocalma y el Culebrón del Valle de Hidango, bestias que atemorizaban a los habitantes de Navidad. Otros seres que se aparecen son el “Toro de los cachos de oro”, el cuero, brujos, el diablo y el clásico Piuchén, escondido en la cueva en el roquerío de Quincheumo en Topocalma.

Leemos la historia de trágicas muertes como el caso de la ahogada de la Laguna de Guaguinco, con quien se debe tener cuidado, pues su espíritu aún trata de salir del agua jalando las piernas de los bañistas. Como zona costera no podían faltar las historias relacionadas con el mar, como el espíritu de una joven mujer de la playa de Matanzas que se deja ver a los marineros en la llamada “Piedra de la sirena”. Una versión dice que ante la angustia por el naufragio de su enamorado se lanzó al mar, mientras otra afirma que fue convertida en piedra por una envidiosa bruja y sus despechados pretendientes. También se habla de misteriosos lugares como la “Cueva del Pirata”, ubicada en el Rincón de Puertecillo, donde se cuenta que yace un tesoro oculto.

Como vemos, estas historias otorgan sentido al entorno y para sus habitantes son omnipresentes. Unifica antiguas tradiciones que provienen desde la dominación incaica hasta la actualidad. Muchos de los seres aquí descritos no son exclusivos de la región de O’Higgins sino que tienen presencia nacional e internacional. El “Piuchén” y el “Cuero”, por ejemplo, se encuentran en todo el valle central y sur, brujos y duendes, provienen de la doble herencia indígena-española, y el famoso chupacabras, está presente en gran parte del folclor latinoamericano. Prontamente estas criaturas son integradas a las tradiciones locales elaborándose originales historias que se expanden con rapidez.  

Algunas observaciones. Al comenzar la lectura del libro se entra abruptamente al tema por lo que debió realizarse una introducción donde se explicasen las orientaciones teóricas y metodológicas de la investigación. Con respecto a lo teórico, el enfoque tiene mucha relación con la llamada geografía de la percepción donde se utiliza la memoria geográfica para “mapear” el entorno y así crear un mapa cognitivo que interpreta el espacio con contenidos culturales donde se confronta la percepción y la realidad[i].

Por otro lado, lo metodológico me parece central, pues no es clara la técnica usada para recopilar la memoria oral. Surgen al respecto algunas interrogantes. ¿Pudo haber variado la confección de la cartografía con un mayor rango de entrevistas? Por ejemplo, en la comuna de San Fernando no se encuentran las historias relacionadas con las Termas del Flaco, como el carácter milagroso de sus aguas ni el famoso relato del “derrotero del gringo loco”. Fuera de este detalle, creo que la muestra resulta bastante completa y otras adiciones no cambiarían la estructura general de la obra.  

Este libro me hizo pensar sobre como detrás del mito existe una expresión velada de una verdad histórica. Cómo detrás de la historia de “la llorona”, por ejemplo, se explica la situación de la mujer abandonada y la formación del “huacho” chileno como bien lo explica la antropóloga Sonia Montecinos[ii] o como los "entierros" (tesoros ocultos resguardados por espíritus) surgen durante la Independencia cuando patriotas y españoles sepultaron sus riquezas para evitar ser confiscados por el bando rival[iii]. Son en definitiva herencias subjetivas que describen procesos históricos decisivos para entender la formación de la sociedad chilena.

En fin, esta obra es un extraordinario aporte para el reconocimiento del patrimonio cultural inmaterial de la región y puede resultar interesante incorporar sus contenidos en las rutas turísticas comunales o provinciales indicando con señaléticas estos puntos de interés. Museos y bibliotecas deben crear archivos de esta memoria oral, pues quedan todavía muchas historias que continúan circulando y recreándose entre los habitantes de la región de O’Higgins.

Cristian Urzúa Aburto


[i] Capel, Horacio, Las nuevas geografías. Ed. Salvat, Barcelona, 1982. Capítulo V. 
[ii] Montecinos, Sonia. Madres y Huachos. Alegorías del mestizaje chileno, Catalonía, Santiago de Chile, 1992.
[iii] Salazar, Gabriel, “Del corral de las fonderas al Palacio de Gobierno: el entierro social del oro mercantil, (Santiago de Chile, 1772-1837)”. En Revista de Historia, Año 4, Volumen 4, Concepción, 1994.