En estas vísperas les
regalamos este Canto a la Navidad de la poetisa popular sanvicentana Rosa
Araneda (1861-1894) que entremezcla lo humano y lo divino de esta festividad.
¡Viva la Pascua,
señores
Con toditos los
paseantes!
Vivan los que son
amantes
Gozando de sus
amores!
¡Viva la Noche
inmortal!
Cantando les digo yo.
¡Viva la hora en que
nació
Nuestro Rey Universal!
¡Viva la corona real
Cubierta de blancas
flores!
Alégrense los pastores,
Los que fueron donde
el Niño,
Y digan por un
cariño:
¡Viva la Pascua,
señores!
¡Viva la preciosa
estrella
Que anunció su
nacimiento,
Brillosa en el
firmamento
Con su claridad tan
bella!
Pero si en estos
instantes,
al brillar el claro
día,
¡viva la paz y
alegría
Con toditos los
paseantes!
¡Viva el ponche y la
cerveza,
El aguardiente y el
vino,
Que me hacen perder
el tino
Y me embroman la
cabeza!
¡Viva, viva la viveza
Entre las clases
tunantes!
Risueños y
deleitantes
Palpitan los
corazones,
Al son de los
acordeones,
¡vivan los que son
amantes!
¡Viva la Reina del
cielo,
Emperatriz de la
Gloria,
Que es inmortal en la
historia
Y del triste su
consuelo,
Echemos una viva al
vuelo
Para buscar los
albores
Por los campos y
verdores,
En esas vastas
campiñas
Paséense con las
niñas
Gozando de sus
amores!
Al fin, ¡viva la
guitarra,
En manos de la
cantora,
Viva la baya, señora,
Que es el juego de la
parra!
Por ver si acaso me
agarra
Me empino uno y otro
vaso,
Cuando se me llega el
caso
Me pongo gringo en
hablar,
Para mi mayor pesar,
¡suelo hasta perder
el paso!.
Extraído de: Salinas,
Maximiliano, Canto a lo divino y religión
del oprimido en Chile, Eds. Rehue, 1991, págs. 142-144.
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