martes, 2 de julio de 2013

COLCHAGUA


Alexis Díaz
Año de registro: 2004-2008, 40 fotografías.
Formato. 35 mm / fotografías b/n
120 páginas. 18 x 22 cm
Adkintun ediciones, 2009.


Este libro es una recopilación de fotografías originales del fotógrafo Alexis Díaz sobre la provincia de Colchagua registradas entre 2004 y el 2008, presentadas en un elegante formato y bello diseño. Sus páginas en papel cuché conservan 40 fotografías en blanco y negro.

El conjunto de fotografías se divide en 3 grandes grupos denominados: “Territorio”, “Habitante” y “Vendimia, concluyendo con una breve reseña geográfica, histórica, social y cultural de la zona bajo el epíteto de: “Colchagua: habitante, territorio y mito”.

El primer capítulo “Territorio” nos revela las semblanzas del paisaje colchagüino en un viaje de la cordillera a la costa, desde el nacimiento del río Claro hasta las costas de Pichilemu y Bucalemu, pasando por las localidades de Santa Cruz, Calleuque, Tierras blancas y Pichilemu, entre otras, capturando con su lente los paisajes típicamente campesinos. Se ven allí los suaves lomajes del valle central, la solitaria vivienda campesina, impasible frente a la grandeza del paisaje; los sembrados, deslindes, acequias y el ganado pastoril que denotan una sociedad típicamente agraria. El campo, la cordillera y mar se apropian de la fotografía y nos envuelve y traslada a un mundo petrificado en el tiempo, indiferente al paso de los hombres sobre la tierra.

El segundo capítulo representa a los hombres que habitan el paisaje, quienes se han fundido con el entorno dominando el paisaje, construyendo habitaciones y artefactos por medio de su actividad creadora. Desde luego aparece aquí el tradicional huaso, que predomina en la fotografía. Se puede ver también elementos modernos como la bicicleta, transporte que predomina hoy en el campo (reemplazando al caballo) y que permite una movilidad económica por los espacios rurales. Es necesario mencionar que la gente retratada corresponde en su mayor parte a la tercera edad, ya que –según interpreto–, los jóvenes son reacios a quedarse en el campo y seguir los patrones de vida rural. Serían los ancianos los últimos habitantes del mundo campestre, y por tanto, los postreros portadores de una cultura en extinción. 

La última serie de fotografías nos cuenta una historia en su secuencia: el desarrollo del trabajo de la vendimia en el fundo de Peralillo. Se aprecia allí la llegada de los cosechadores, el corte y recolección de la uva, el trasporte a los “colosos”[i], el registro de las “gamelas”[ii], el almuerzo y el conteo de fichas al final de la jornada para el pago de los trabajadores. La armonía del trabajo se expresa en estas fotografías donde puede verse las “chupallas”[iii] al sol y las manos curtidas del obrero cortando la vid. Como estudioso de la historia agraria me sorprendió que la “ración” alimentaria a los trabajadores continuaba siendo la misma de hace más de 200 años atrás, pues hay un conjunto de fotos donde los obreros hacen fila para recibir un fondo de leguminosas junto a la “galleta”, alimento campesino que data de los tiempos coloniales[iv].

Al final, para contextualizar y establecer una hipótesis del trabajo desarrollado, se realiza una descripción de la región bajo el epíteto de “Colchagua: territorio, habitante y rito” a cargo de Luis Alegría, historiador, con la colaboración de Gabriela Polanco.   

 

El autor tiene una larga experiencia como fotógrafo dando exposiciones nacionales e internacionales relacionadas no solo con Colchagua, lo cual nos habla de su experiencia y calidad de su trabajo. Tiene una página web, así que para más datos se puede consultar:  



Cristian Urzúa Aburto

[i] Camión trasportador de las uvas.
[ii] Balde plástico que sirve de recipiente de la vid. 
[iii]  Sombrero de pita
[iv] Especie de pan amasado de gran tamaño semejante a una “tortilla” que sirve de alimento a los trabajadores de los fundos.

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