miércoles, 10 de julio de 2013

La Sociedad Unión Fraternal de Artesanos de San Fernando

Por Cristian Urzúa Aburto
 
Junto a Jorge Espinoza, Presidente de Unión Fraternal

Las sociedades de socorros mutuos, surgidas en la segunda mitad del siglo XIX en Chile, fueron una iniciativa de los artesanos y obreros para resistir los embates del librecambismo que deterioraba poco a poco su situación socioeconómica. Como respuesta a esa crisis, bajo la consigna de la unidad y la fraternidad, implementaron el ahorro común entre sus miembros y el desarrollo cultural de los sectores populares, organizando centros recreativos, bibliotecas y escuelas para adultos. Defendieron además los derechos ciudadanos frente a la injusticia de las autoridades.

Una de las muchas sociedades que surguieron en Chile fue la "Sociedad Unión Fraternal de Artesanos" de San Fernando, fundada el 1º de enero de 1885. La Unión Fraternal de Artesanos (UFA de aquí en adelante) destacó por su participación social, política y cultural, trabajando siempre por el progreso de la ciudad de San Fernando y sus habitantes, en especial los más menesterosos.

Sus primeros años fueron díficiles por el poco dinero con que contaban, la escasa adhesión de los artesanos y por la oposición de la elite y la iglesia Católica. A pesar de esos obstáculos, lograron establecerse poco a poco, asentándose definitivamente en un local cercano a la plaza de armas de la ciudad.

La protección mutua se realizaba en base a una cuota mensual que pagaban sus asociados, obteniendo a cambio, según las circunstancias, derecho a asistencia médica, bonos para botica o un lecho en el mausoleo de la sociedad, entre otros beneficios.   

La educación popular fue otra de las ocupaciones de la UFA. En 1890 se levanta una escuela nocturna para adultos que perdura hasta 1940. En el marco de ese periodo la escuela se clausura por falta de fondos y de alumnos, para volver a organizarse en distintas ocasiones. En ella se enseñaba a leer y a escribir a obreros analfabetos.   

Entre 1898 y 1899 fueron representados por el periódico “El Artesano” y en 1900 editaron por su cuenta “El Obrero”, impresos de corta duración, desde donde exponían sus ideas políticas y sociales. En este último periódico se decían representantes de las clases trabajadoras y, que sin alguna adhesión de un partido político, defenderían al pueblo de los abusos de las autoridades y hacendados. Entre sus propuestas, como la generalidad de las sociedades, reivindicaban el proteccionismo económico y la abolición de la Guardia Nacional, mientras que a nivel local acusaban las deficiencias del gobierno municipal y la desmoralización del pueblo.

Esta sociedad fue promotora de diversas obras para el progreso local, encabezando diversas obras culturales: participaron en los desfiles patrios, realizaron mítines políticos y organizaron marchas reivindicativas. En los salones de la Unión Fraternal se realizaba banquetes, bailes, juegos y conferencias. Promovían además actividades deportivas. Una de las más grandes obras fue la creación de la Primera Compañía de Bomberos de San Fernando “Unión y Deber” por el entonces presidente de la mutual Eugenio López Donoso, inaugurándose en 1899. 

A pesar de que las sociedades mutuales decían no entrometerse en política –como así lo explicitan sus estatutos– la UFA fue un representante de las reivindicacines de artesanos y obreros. Esta militancia social se expresó en alianzas implícitas con el Partido Demócrata y, posteriormente con la FOCH y las sociedades mutuales de Rancagua, Rengo y Curicó, con las cuales realizaban actos coordinados de protesta.

En la decada de 1920 la acción política de la mutual no decayó, pero se vio opacada por el movimiento sindicalista impulsado por la FOCH, organización más crítica y radical, adhiriéndose entonces a tendencias reformistas, con las cuales lograría una legitimación frente a la autoridad local, siempre recelosa de este tipo de organizaciones, convirtiéndose en un portavoz del movimiento obrero. 

De este modo, la "Unión Fraternal", institución aún activa y una de las más antiguas de la ciudad, constituye un valioso testimonio del pasado local, parte del patrimonio vivo de la región, cuya importancia radica en la promoción del desarrollo social, político y cultural de San Fernando, legado que se manifestó en la formación de hombres e intituciones que conforman hoy lo que es la capital de la Provincia de Colchagua.



No hay comentarios:

Publicar un comentario